Guardianas del Sabor:

Las Vivanderas ​de Atrato


Yuto, en el Chocó - Colombia

Por: Murcy

En las calles de Atrato, Yuto, un hermoso municipio, se teje una historia de resistencia, trabajo arduo y ​tradición. Es aquí donde se encuentran las Vivanderas de Yuto, un grupo de mujeres trabajadoras que se ​reúnen diariamente para ofrecer productos frescos que deleitan los paladares de las personas que ​transitan sus calles. Su labor no solo consiste en vender ñame, chontaduro y cocada, entre otros, sino en ​mantener viva una tradición ancestral que ha sido el sustento de sus familias durante décadas.


Estas mujeres; son pilares fundamentales de la comunidad, figuras respetadas y admiradas por su ​dedicación y determinación. A través de generaciones, han pasado de madre a hija el legado de las ​Vivanderas, enseñando no solo el arte de la venta, sino también los valores de la solidaridad, el esfuerzo y ​la perseverancia.


Detenerse en Yuto y disfrutar de los productos ofrecidos por estas mujeres no solo es una experiencia ​gastronómica, sino también un acto de apoyo a una tradición arraigada en lo más profundo de la cultura ​local. Cada bocado de ñame cocido, cada trozo de chontaduro fresco y cada cucharada de cocada nos ​conecta con la historia y la identidad de este lugar.












La serie fotográfica “Las Vivanderas de Yuto, una tradición con sabor”, captura la esencia de estas mujeres. A ​través de cada imagen, se puede sentir la energía de cada una, la calidez de una comunidad unida por lazos que van ​más allá de lo comercial. Las sonrisas en los rostros de las Vivanderas reflejan el orgullo de su labor y la ​satisfacción de poder compartir su cultura con quienes se acercan a ellas.


Serie fotográfica : “Las Vivanderas de Yuto, una tradición con sabor”

Jeisson Riascos, equipo Heliotropia


Detrás de esas sonrisas también existen historias de lucha y superación. Muchas de estas mujeres han enfrentado desafíos ​enormes en su camino, desde la falta de cosecha hasta las dificultades económicas. Sin embargo, su determinación y espíritu de ​equipo las han llevado a seguir adelante, enfrentando cada obstáculo con valentía y dignidad.


Al visitar Yuto y conocer a las Vivanderas, no solo nos deleitamos con sus productos sabrosos, sino que también nos sumergimos ​en una experiencia humana única. Cada compra que realizamos es una forma de contribuir al bienestar de estas mujeres y de ​mantener viva una tradición que forma parte del patrimonio cultural.


Las Vivanderas de Yuto nos enseñan que el verdadero valor de una comunidad no reside solo en sus monumentos o paisajes, sino ​en las personas que la habitan y en las historias que construyen juntas. Son ellas quienes mantienen viva la llama de la tradición, ​llevando consigo el sabor de generaciones pasadas hacia un futuro lleno de esperanza y oportunidades.


Jeisson Riascos , equipo Heliotropia